Máximo Pacheco B. reseñado

Máximo Pacheco Balanza, autor de "La nochecomounala", Premio Nacional de Novela 2010


El premio nacional de novela 2010, Máximo Pacheco, reseñado por Mauricio Rodriguez en Ecdótica.
Fragmento de la reseña:



«¿Alargar, ¿es genial o no es genial?», escribe Macedonio Fernández en su única novela publicada: Una novela que comienza. En el caso de esta obra: alargar es genial. 1. Por la ironía, el juego al que nos introduce el autor: prólogos y más prólogos escritos sobre una novela que jamás tendrá inicio. 2. Por el humor que a veces es crítica, que a veces es chanza. Macedonio se ríe de sí mismo, se ríe de la literatura, se ríe del papel que desempeñaba el escritor en aquella época (principios del siglo XX): serio y lacónico, serio y comprometido, serio y mustio.

En el caso de La noche como un ala: alargar no es genial. Con esta obra, Máximo Pacheco ganó el Premio nacional de novela 2010. En la contratapa dice: «La noche como un ala recrea los tiempos de la Colonia desde una nueva perspectiva, privilegiando las tensiones que se suscitan a partir del encuentro entre lo indígena y lo criollo desde una visión religiosa y ritual». Dos preguntas: ¿La literatura sólo debe recrear? O mejor: ¿La máxima misión de la literatura es recrear? ¿Qué nueva perspectiva establece esta novela sobre los tiempos de la Colonia?

Antes de responder a estas preguntas es necesario hacer una breve sinopsis de la obra: La noche como un ala posee dos tipos de capítulos. Capítulos que describen (sólo describen) los preparativos para erigir a una momia llamada kuraka Aira Ampu. Capítulos que narran (y describen) la historia del licenciado Pozo que tiene la obsesión de coleccionar momias, además de tener la misión de realizar la mejor fiesta de Corpus Cristi. Nudo de la trama: el licenciado Pozo le confía su secreto al padre Urreda. El padre Urreda no está de acuerdo con que el licenciado Pozo coleccione momias. Es anormal. Es herejía. Final: el padre Urreda intenta impedir que la fiesta de Corpus Cristi se realice. Final de vuelta de tuerca: ¡Sorpresa! El licenciado Pozo había estado muerto hace muchos años. Entonces se infiere que el padre Urreda está loco. Entonces se infiere que el padre Urreda habló con un fantasma. Forma de escritura: se intenta utilizar el estilo que utilizaban los cronistas de la Colonia.

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