Escritor mexicano Álvaro Enrigue ganador del Premio Herralde de Novela


El escritor mexicano Álvaro Enrigue resultó ganador del Premio Herralde de Novela, dice la nota de ABC.es:
El escritor mexicano Álvaro Enrigue (México, 1969) ha ganado este lunes el XXXI Premio Herralde de Novela con «Muerte súbita», una obra ambiciosa que retrocede hasta 1599 para capturar un singular partido de tenis entre Quevedo y Caravaggio, dos artistas que se citan en la cancha de la Plaza Navona de Roma para defender «una idea de honor que ha dejado de tener sentido». «Cualquier palabra que aparece por primera vez en una excomunión merece una novela. Lo pensé sin hacer nada hasta que descubrí que Caravaggio era un gran tenista», ha apuntado Enrigue sobre el nacimiento de una novela que, a su vez, se asienta en la aparición de la palabra tenis en un edicto de excomunión de 1451 firmado por el obispo Edmundus Lacy. Tránsito del XVI al XVII Cuarto autor mexicano galardonado después de Sergio Pitol, Juan Villoro y Daniel Sada, Enrigue ganó el Premio a la Primera Novela Joaquín Mortiz en 1996 con «La muerte de un instalador» y, tras ampliar horizontes cultivando relatos y ensayo, llega ahora al podio de Anagrama con una novela histórica que, como ha subrayado Herralde, no tiene nada que ver con las novelas históricas. Así, «Muerte súbita» es, según su autor, una novela sobre el tránsito entre el siglo XVI y XVII, un momento «deslumbrante y atroz», que Enrigue contempla desde la perspectiva contemporánea. «La novela son espacios de libertad», ha revindicado Enrigue, quien entrelaza en «Muerte súbita» novela y ensayo, y convierte la pelota en «alegoría del alma» debatiéndose entre el bien y el mal. «Lo que se enfrenta en esa partida de tenis son dos productos completamente definidos como Quevedo y Caravaggio, dos versiones diferentes de la contrareforma», ha añadido a propósito de una novela que, confiesa, es muy deudora de Don De Lillo. «No me siento cómodo en los géneros estrechos, aunque indudablemente tengo una preocupación con la historia. Eso sí: no soy autor de novelas históricas; lo que me interesa es revivir la historia desde la perspectiva contemporánea», ha apuntado. «Muerte súbita», añade Enrigue, es también una metáfora sobre nuestro presente y, subraya, una novela escrita con mucha rabia. «Estoy harto de que siempre ganen los malos», ha asegurado.

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