Vallejo gana premio de la Feria del Libro de Guadalajara
El escritor colombiano Fernando Vallejo, autor de novelas como La Virgen de los sicarios, ganó ayer el Premio Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) en Lenguas Romances 2011, según anunció el portavoz del jurado, el mexicano Jorge Volpi.
El galardón, dotado de 150 mil dólares, será entregado el 26 de noviembre en la XXVI edición de la FIL de Guadalajara, la feria más importante del sector en el mundo en idioma español.
Vallejo, quien nació en Medellín, en 1942, es una de las voces más personales, controvertidas y exuberantes de la literatura actual en español, según señaló Volpi al dar lectura al acta del jurado que lo eligió por mayoría. “Su escritura gira en torno a un único tema, Colombia, pero en realidad es una excursión abigarrada y comprometida por los conflictos del ser humano, desde la denuncia al desencanto, pasando por una difícil ternura que a veces es entendida también como agresión o disconformidad”.
En un enlace telefónico tras conocer la concesión del galardón, Vallejo se mostró agradecido con un premio que, como otros que ha recibido, no esperaba. “Nunca he esperado que me den premios, creo que me quedan muy grandes. Ya los utilizaré para una obra noble”, apuntó el escritor colombiano afincado en Ciudad de México.
Vallejo aprovechó además la tribuna mediática que ofrece Guadalajara para declararse a la vez “colombiano y mexicano”, y para hacer una encendida defensa del mundo animal, que los seres humanos no saben respetar.
“Ahora el dolor de los animales es el mío”, dijo el autor, quien dedicó algún tiempo a mencionar algunos de los que fueron y siguen siendo sus enemigos, entre ellos la sociedad que no sabe relacionarse con otros seres vivos. Además Vallejo admitió que otro de sus antagonistas es la religión católica, que considera “en realidad una empresa criminal”.
Se despachó a gusto contra la clase política y dijo que todos sus integrantes son “bribones que se las dan de servidores públicos cuando en realidad son ‘aprovechadores públicos’”.
El colombiano, a pregunta sobre qué sentía sobre la violencia que inspiró una de sus novelas emblemáticas, La virgen de los sicarios, señaló que es un tema acabado para él, del que no escribe, aunque llamó la atención sobre el deterioro que han sufrido las sociedades latinoamericanas.
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