Habla uno de los 39 malos escritores del Premio Nacional de Novela Alfaguara 2011
Más información:El lunes 31 de octubre, muy temprano, felicité por Facebook a Claudio Ferrufino-Coqueugniot por haber ganado el Premio Nacional de Novela Alfaguara. Lo hice con el viejo cariño que le tengo desde que era estudiante y apenas se vislumbraba su vigoroso paso por las letras. Me alegró que ganara el Premio con su novela Diario secreto, y le dije a Elenita, su hermana, que me encantará leer y comentar el libro cuando se edite. Me agrada recordar que soy el autor del proyecto de Premio Nacional de Novela, así como de la feliz acogida de Andrés Cardó, entonces gerente de Santillana, y de Alfonso Balda, gerente de la AFP que financia el premio, a quienes guardo en mi corazón por su amplia generosidad, que permitió subir el monto de 5.000 a 10.000 dólares ya para la segunda versión. Por adhesión a la permanencia del premio, participé en él casi todos los años. No importa que no haya merecido el galardón que ya gané con Potosí 1600. Me bastó participar para apuntalarlo, como un acto de fe en su sostenibilidad. Poco después me enteré de las declaraciones del Presidente del jurado sobre las 39 novelas restantes que, en su opinión, son de “muy bajo nivel”, carentes de estrategias narrativas y descuidadas en el lenguaje. Pues bien, casi de inmediato me escribió Luis Minaya, desde Estados Unidos, para contarme que había presentado la novela Warisata Times. Minaya ganó hace años el Premio Nacional de Novela Erich Guttentag con El cadáver de Leonardo, es profesor de literatura en una universidad norteamericana y alguna vez le pedí consejos para los jóvenes escritores, que absolvió con precisión y sabiduría. Le contesté con otra revelación: yo también participé de este Premio de novela con La sombra del Tambor, bajo el seudónimo de “José Santos”, inspirada en el Diario del Tambor Vargas. En fin, el portal Bolpress publica otra nota (http://www.bolpress.com/art.php?Cod=2011110102) llamando la atención sobre las declaraciones del Presidente del jurado. A estas alturas, me gustaría que otros participantes revelaran sus nombres para ver quiénes somos los 39 malos escritores que nos atrevimos a enviar originales a tan encumbrado premio. El Centro de Estudiantes de Literatura de la UMSA publicó en Facebook una nota del periódico Página Siete que dice: “A pesar de que este año se postularon 40 obras al Premio Nacional de Novela, Wilmer Urrelo, presidente del jurado, señaló que la mayoría tenía un ‘bajo nivel’, tomando en cuenta la magnitud del evento. ‘Bajo nivel’ es una categoría en la cual, nuestro amigo Wilmer Urrelo, debería considerar, seriamente, a incluir toda su narrativa...”. Franchesco Díaz Mariscal, guionista radicado en La Paz, aclara que Wilmer Urrelo no es estudiante de Literatura, sino egresado de Comunicación. Hasta aquí casi toda la información sobre el asunto. No voy a defender mi novela La sombra del Tambor, porque debe estar llena de incorrecciones gramaticales y desprovista de toda estrategia narrativa, si así lo dicen los connotados hombres de letras que conforman el jurado del Premio. Pero en el futuro, buscaré una editorial más modesta para mis libros incorrectos y mal escritos, en tanto me inscriba a algún taller de narrativa a cargo de los miembros de este prestigioso jurado, a ver si a mis años aprendo a escribir con corrección y a adoptar agudas estrategias narrativas. Si alguna editorial se digna publicar mi novela, tendré como anticipo la advertencia de este jurado, que, me imagino, será un detente para los lectores incautos que quieran adquirir un libro lleno de incorrecciones gramaticales y falto de estrategias narrativas. Ramón Rocha Monroy es escritor
http://www.bolpress.com/art.php?Cod=2011110102
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